Personalmente miré en los ojos de sus graduados que Narconon Nepal está produciendo resultados reales”, le escribió el Ministro del Interior al presidente de la red de Narconon Internacional, Clark Carr, en un encomio formal. El ministro del interior presentó el documento al señor Carr al final de una visita de inspección técnica y administrativa en agosto del 2009 que Narconon Internacional le había hecho al nuevo y creciente centro de rehabilitación de Katmandú.
“Nepal afronta problemas temibles con las drogas”, continuó el ministro. “Mi ministerio está tratando seriamente de sobrellevar y manejar este problema. Con respecto a esto, esperamos y agradecemos la cooperación continuada de Narconon Internacional”
El peor problema de drogas de Nepal en la actualidad, aparte del hachís y marihuana (que crece de forma salvaje) es “el azúcar morena”, el sobrante destilado de la fabricación de la heroína. “Este es el flagelo de Asia del Sur”, dijo Carr, “incluyendo a la India, Bangladesh y Paquistán, donde usted también puede conseguir la heroína de Afganistán más pura”. El azúcar Morena, aunque barata, es tan adictiva como la heroína. Muchos estudiantes en Narconon Nepal, observó Carr,estaban adictos a farmacéuticos, como es el caso en los Estados Unidos, y otros a una gran cantidad de químicos, inclusive jarabe para la tos.
“El dinero de las drogas”, conjeturó Carr, “se usa para financiar grupos de rebeldes armados tales como las bandas sectarias Maoístas e Indias”, de la misma manera que se financia el terrorismo en otras partes. Esparcimiento del ingreso a las drogas es lo último que necesita Nepal, en donde el ingreso personal cae por debajo de los 200 dólares al año.
Esta es la razón por la cual Narconon Internacional ha estado trabajando con el retirado Superintendente de la Policía de Katmandú, Basanta Kunwar y su esposa, Puja, para formar un gran centro de rehabilitación de drogas residencial en la capital de Nepal. El centro de Kunwar ya tiene 60 estudiantes, pero el año que entra expandirá para servir a 150 cuando se pasen a unas nuevas instalaciones en la cima de una montaña a las afueras de la ciudad con una vista magnífica de los Himalayas.
Carr y otros dos miembros del personal habían estado en Katmandú por varias semanas llevando a cabo una detallada inspección del programa de Narconon nepalés. “Esa es una de nuestras funciones primarias”, dijo Carr. “Así es como mantenemos la calidad de los resultados por lo que Narconon es notorio de los graduados viviendo sin drogas de por vida”.
El Primer Ministro reconoció la efectividad del programa Narconon. “Me gustaría agradecerle a su filósofo L. Ronald Hubbard”, escribió, “por desarrollar tan preciosa tecnología para afrontar y resolver este terrible problema”.
Para mayor información sobre los programas de rehabilitación de drogas y educación de Narconon, visite http://espanol.narconon.org